En Arroyo Grande, una comunidad luchadora del El Seibo, sus moradores, productores y grupos sociales organizados se han unido en un enérgico llamado a las autoridades municipales y gubernamentales. Exigen la pronta reparación de sus deterioradas vías de comunicación y la reconstrucción de los puentes que, desde hace años, permanecen en ruinas.
Según denuncian los residentes, las autoridades los han mantenido en el más completo olvido. Aseguran que solo en tiempos electorales reciben alguna visita, y el resto del tiempo son completamente ignorados. «Durante los cuatro años, parece que aquí no hay seres humanos», expresan con frustración.
Esta situación ha afectado profundamente la calidad de vida de la comunidad, dificultando el transporte de productos agrícolas y aislando a los habitantes de servicios esenciales.